Importancia de la etapa pre natal

Los  estudios últimos sobre este período están dando muchas luces que eran hasta ahora desconocidas: la madre embarazada durante nueve meses ejerce su acción física y psíquica sobre su hijo.



Físicamente proporciona todas las sustancias necesarias para el crecimiento del bebe. Puede transmitir algunas enfermedades (rubeola por ejemplo), sustancias ofensivas como las toxinas y defensivas como los anticuerpos del bebe y las vitaminas; transmite las perturbaciones hormonales que modifican la química del niño: transmite los cambios de su metabolismo, su escasa y deficiente alimentación influyen sobre el desarrollo y futuro del niño.

Psíquicamente el niño también está en contacto estrecho con la madre desde que comienza a formarse porque si ella tiene impresiones que la mortifiquen profundamente, depresión espiritual, o traumatismos morales, determinan en ella cambios hormonales que influyen negativamente en el feto.

La gestación dura nueve meses pudiéndosela dividir en dos fases importantes:
Fase embrionaria, la que comienza con la suspensión de las reglas menstruales, seguida de náuseas especialmente en las mañanas y malestar general que dura hasta el tercer mes. Estos últimos síntomas varían mucho mucho de mujer a mujer, hay algunas que no llegan a sentir malestares y otras que los controlan tratando de distraerse con las mismas obligaciones diarias. Otras veces se controlan comiendo algo cada dos horas. En general se necesita añadir vitaminas y proteínas a su dieta. El nuevo ser se denomina embrión.
las enfermedades o virus como la rubeola general mente son causa de anormalidades del niño.

La fase fetal, comienza a partir del cuarto mes. Generalmente los malestares desaparecen aunque puede enfermar o acentuarse la enfermedad del órgano que tenga débil la madre, tal el corazón, los riñones por ejemplo.
Durante el período fetal las células se diversifican para formar los diferentes tejidos y órganos. Como comienzan a formarse los huesos de la criatura es importante que la madre ingiera calcio con vitamina C (fijador del primero). Fijador del calcio también es la vitamina D2 ó las radiaciones solares. La mujer en este estado necesita mucho del aire puro y sol.
A partir del cuarto mes la criatura comienza a dar señales de vida, pudiéndose sentir sus movimientos. En este segundo período hay más seguridad para el hijo, mientras en el período embrionario el demasiado ejercicio, o un accidente pueden causar el aborto.
Del séptimo al noveno mes la madre debe controlar su coagulación sanguínea. El suministro de vitaminas K y C evitan las hemorragias del parto y la pérdida de la misma criatura.

Toda gestante debe hallarse en magníficas condiciones físicas para que el bebe desarrolle bien y para no desgastarse ella misma. Por eso es imprescindible el examen del corazón, pulmones, presión arterial, análisis de orina, de sangre, peso, examen dental, etc. Dicho análisis revelará las necesidades físicas de la madre para que el médico indique cómo ha de reforzar su dieta y prescriba el descanso necesario.

Como durante el embarazo sobrevienen cambios en la sangre, las glándulas, la orina y el organismo en general, la madre debe ser examinada durante este período a fin de evitar complicaciones que no ocurren cuando se las previene, como por ejemplo, el alza de la presión sanguínea: el examen servirá también para observar que el feto se desarrolle normalmente, y para saber si la madre tiene Rh negativo lo cual es peligroso cuando el padre lo tiene positivo. Cuando sucede a la inversa o cuando ambos padres tiene Rh negativo, no existe peligro alguno.

Entre las infecciones que repercuten sobre la salud del bebe, tenemos las siguientes:

La sífilis, no se hereda pero la madre la transmite al hijo a través de la placenta; por lo tanto, si la madre estuviera infectada, recurrirá al médico cuanto antes para su curación. Cuando la enfermedad de la madre está muy avanzada el tratamiento quizás no llegue a sanarla pero será suficiente para curar al hijo.

La tuberculosis no se hereda, ni se transmite durante la vida intrauterina, pero los hijos de madre tuberculosa son generalmente débiles, por lo tanto, habría que separarlo inmediatamente de la madre y tomar a otra persona para que lo críe.

Prevención de la oftalmia purulenta, la conjuntivitis o infección de la vista la adquiere el bebe en el momento del nacimiento si la madre padeciera de alguna enfermedad venérea o de la sangre. El pus contamina los ojos de la criatura en el momento del paso por el canal genital, y puede producir la ceguera. Ahora se le previene poniendo sobre los párpados del niño ungüento oftálmico de penicilina o aureomicina. A falta de éstos, una gota de nitrato de plata al 1 por ciento.

Se prevendrá, igualmente, todo tipo de intoxicaciones, para lo cual estaré escribiendo de la alimentación sana, sin condimentos fuertes ni excitantes. El alcohol, el tabaco y las drogas en general, son causantes de intoxicaciones más graves. Las substancias químicas, que manipulan las mujeres que tienen que trabajar con ello, pueden producir diversas intoxicaciones.

La madre no debe exponerse a enfermedades infecto-contagiosas durante el embarazo, sobre todo si no las ha tenido de niña, porque en este caso no está inmunizada.

La mujer grávida necesita una alimentación perfectamente equilibrada y variada, con escasa grasa y fécula para evitar que gane mucho peso, lo que dificulta el parto. No es conveniente que el bebe sea grande al nacer: pero es necesario que la madre haya ingerido la suficiente cantidad de sales minerales y de vitaminas para formar buenos huesos y dientes a su hijo y para proteger los suyos propios. 



En la segunda comida se podrá reemplazar la carne por queso y alguna vez por frijoles que contienen buenas cantidades de proteínas, pero no debe abusarse de ellos porque aumentan el peso:

Vitamina D en aceite de hígado de bacalao o el preparado que recete el médico.
Agua en cantidad suficiente.

Puede tomarse alimentos adicionales de acuerdo con las necesidades de la gestante, pero cuidándose de no ingerir muchas harinas, dulces ni condimentos. Para evitar el estreñimiento, tan común durante el embarazo, la dieta debe contener suficiente cantidad de frutas, jugos y legumbres.

Los antojos, se presentan en la mujeres engreídas especialmente. Constituye un ridículo prejuicio creer que al bebe le puede suceder algo si la madre no se da gusto en un antojo. Lo mejor es, cuando hay antojo por algún alimento, que la futura madre coma inmediatamente cualquier otra cosa y, al desaparecer el apetito, desaparece el antojo. Sin embargo debe hacerse una salvedad: hay épocas del embarazo en que se puede sentir mayor necesidad de líquidos, de jugos ácidos, de cosas frías como helados, debido a un estado de irritación en el estómago y es muy conveniente procurarse tales alimentos cuando es evidente que el organismo los necesita.



El ejercicio será el acostumbrado: las tareas domésticas. Si bien los tres primeros meses la gestante puede sentirse desganada para realizar sus actividades normales, a partir del cuarto mes estará animada para el trabajo en general.
El exceso de ejercicio es perjudicial; pueden aparecer dolores en los músculos lo que se debe a la presencia de sustancias químicas que se acumulan en los tejidos, residuos que envenenan la sangre y pueden afectar el descanso y sueño.
Pero el otro extremo es tan perjudicial como el primero, porque el reposo exagerado debilita la musculatura y por tanto resta las fuerzas que son necesarias para el momento del parto.
Se evitará la faja que comprime el cuerpo y afloja los tejidos y se la reemplazará por otro tipo de faja para sostener el vientre que permita comodidad y seguridad a la madre. No se usará sostenes ajustados porque lejos de impedir que el seno desarrolle, afloja los tendones que lo sostienen y en consecuencia queda caído en el futuro lo cual no es bueno para la salud ni estéticamente. Tampoco debe llevarse ligas ajustadas que puedan favorecer la aparición de varices. En general, los vestidos y ropas serán sueltos y cómodos. Los tacones deben llevarse bajos, los altos hacen cambiar la postura del feto y requieren mayor esfuerzo para mantener el equilibrio.

Debe mantenerse la piel escrupulosamente limpia. Es preferible los baños de ducha a temperatura templada y evitarse los de tina, éstos están prohibidos a partir del sexto mes, menos aún en piscina, para prevenir contaminaciones.

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