Siglo XXI
En los primeros años del siglo XXI se logró decodificar el genoma humano. Este hecho implicó un gigantesco avance en la cura y prevención de enfermedades y malformaciones genéticas. También se intensificó el proceso de integración en grandes bloques económicos. Paralelamente, creció el comercio internacional y se constituyeron organismos multilaterales para reforzarlo. Se registró una desnacionalización de las estructuras productivas, y poderosos grupos de inversionistas compraron grandes compañías en las naciones más diversas. La posesión de grandes capitales y la tecnología de punta fueron las claves del poder. La industria tradicional, en gran medida, fue desplazada de los países más ricos. Todas estas tendencias se vieron contrapesadas por nuevas comprobaciones y por la tentativa de resolver los problemas derivados de los fenómenos mencionados. Se formaron bloques de países con fines comunes, para abolir fronteras aduaneras. Este proceso se fue extendiendo paulatinamente a