El país de Japón está situado frente a las costas orientales del continente asiático, y lo integran más de 1 042 islas que se extienden en el océano Pacífico, en dirección de noroeste a sudeste, y cubriendo una superficie de 372 536 kilómetros cuadrados. De estas islas cuatro son las principales: Okkaido, Honshu, Shikoku y Kyusho.
Limita al Norte y Este con el Océano Pacífico, al Sur con el Mar de China oriental; al Oeste con el Mar de Japón que lo separa del continente.
La orografía o relieve del suelo japonés es variada e irregular, presentando montañas de carácter volcánico y colinas que constituyen el 72% de la superficie del país, con una altitud promedio superior a los 2 000 metros; las montañas más altas y accidentadas se localizan en la parte central de la isla Hoshu, donde sobresale el volcán Fuji Yama, cuyo cono perfecto alcanza una altitud de 3 776 metros, que se constituye, a la vez, como el punto geográfico más alto de Japón.
La formación volcánica del suelo ha determinado que este territorio sea muy inestable por los constantes terremotos y movimientos sísmicos.
Los ríos en su mayoría son de corto recorrido y de carácter torrentoso, destacando el Ishikari y el Kitakami en la isla de Honshu, así como el lago Biwa en la misma isla. A su vez, el clima es muy variado debido a la influencia marítima, a los vientos monzones y a la corriente cálida de Kuro-Shivo; los tipos que se presentan son subtropical, templado, frío con nevadas, fuertes lluvias y tifones.
Políticamente, Japón esta organizado como una monarquía constitucional, a cuyo frente se encuentra el Emperador, símbolo del Estado. El Poder Ejecutivo corresponde al Primer Ministro y a los miembros de su gabinete; el poder Legislativo está representado por la Dieta con la Cámara de Representantes y la Cámara de Consejeros.
La división político-administrativa del país se basa en 47 prefecturas o provincias que forman nueve regiones y dos prefecturas urbanas. La ciudad de Tokio, con ocho millones de habitantes, es la capital, luego están Yokohama, Osaka, Honshu, Nagoya y Nagasaki, como ciudades de mayor importancia.
El Japón desarrolla una política internacional que se basa en el comercio de exportación, los préstamos financieros a los países subdesarrollados y las inversiones que el Estado o la empresa privada japonesa efectúan en otras partes del mundo. Esto ha dado como resultado que este país se convierta, ahora, en una potencia económica de primer orden. Sus productos se expanden por diversos países.
El Japón tiene una población de 123 000 000 de habitantes, con una densidad de 329 habitantes por kilómetros cuadrado y un crecimiento anual del 6%. El 77% habita en la zona urbana; en tanto que el 23% restante lo hace en el campo. El 99% de su población es instruida y únicamente el 1% es analfabeta.
Dentro de sus principales recursos resalta la ganadería con vacunos, ovinos, porcinos y aves de corral; agricultura, con arroz, hortalizas, caña de azúcar, frutas y madera; variedad de recursos pesqueros (crustáceos, moluscos, peces); que lo convierten en primera potencia pesquera mundial; minerales de oro, plata, carbón y recursos hidroeléctricos.
Dentro de sus actividades económicas sobresalen los servicios con el 55% del total poblacional, luego la industria con 34% y la agricultura con 11%. La tecnología industrial japonesa está muy desarrollada y los productos de este tipo se han volcado a la conquista de los mercados del mundo, donde encuentran gran aceptación. Los principales son: automóviles, productos químicos, equipos electrónicos, maquinarias en general, elementos y materiales siderúrgicos, construcciones navales; productos pesqueros envasados, y más.