Primer horizonte cultural: horizonte temprano: Cultura Chavín

Se denomina horizonte cultural al período caracterizado por la presencia y predominio de rasgos culturales, que habiéndose dado en una región o área, se difunden alcanzando dimensión nacional. En nuestro Perú de la antigüedad encontramos tres horizontes culturales y dos períodos intermedios:


Primer horizonte: (1400 a.C. - 400 a.C.) Horizonte Temprano o Período Formativo (Pan Peruano). Cultura Chavín, Paracas.

Intermedio Temprano: (400 a.C. - 550 a.C.) Cultura Nazca, Mochica.

Segundo Horizonte: (550 a.C. - 900 a.C.) Horizonte Medio o Intermedio (Pan Peruano). Cultura Tiahuanaco.

Intermedio Tardío: (900 a.C. - 1440 a.C.) Cultura Chimú.

Tercer Horizonte: (1440 a.C. - 1532 a.C.) Horizonte Tardío (Pan Peruano). Cultura Inca.


Conociendo más de la Cultura Chavín

Formativo
El formativo tiene el equivalente de formación, es decir, el período en el cual los grupos y comunidades agrícolas promueven su desarrollo para sentar las bases de las altas culturas de nuestra antigüedad. La cronología de este proceso formativo se da entre los 4000 y 2500 años cuando empieza a formarse Chavín.

Cultura Chavín
SITUACIÓN GEOGRÁFICA: INFLUENCIA DEL FACTOR ECOLÓGICO
La Cultura Chavín floreció hace más de dos mil quinientos años (2500) en el flanco oriental de la Cordillera Blanca, en el actual departamento de Ancash, provincia se Huari, sobre la cuenca del Alto Marañón. Llevó su influencia artística, por el norte, hasta los andes ecuatorianos, por el sur, hasta los moxos en Bolivia, en la región andina y Paracas en la costa, en tanto que por el este influenció hasta la región del Huallaga y por el oeste hasta Casma y Nepeña, en Ancash también.

AVANCE AGRÍCOLA Y TECNOLÓGICO
Al establecerse el hombre de Chavín, empezó a manifestarse como tenaz cultivador de productos típicamente andinos. En estos primeros momentos el trabajo es multifamiliar, ya que el medio exige la acción se todos contra la naturaleza. La agricultura se estabiliza y alcanza progreso y desarrollo a través de técnicas y sistemas de riego, canalización y drenaje. Así, en los valles y quebradas del ande cultivaron el maíz de mazorcas pequeñas, pallares, frijoles, papas, calabazas, camotes, yucas, ollucos, quinua y ají; en tanto que también cazaron ciervos, guanacos, vizcachas y criaron gran variedad de cuyes.

ALDEAS Y CENTROS CEREMONIALES
Las casas fueron de piedra en la sierra y de adobe en las zonas de su influencia en la costa; todas de un solo cuarto, recubiertas con techo de paja y que se agruparon en aldeas. En la mayoría de los casos, estas mismas casas servían como sepultura a quienes habían sido dueños.

Sin embargo, el avance de la tecnología agraria había creado la necesidad de nuevos tipos de personas, a manera de especialistas dedicados al estudio de los movimientos del sol, las estrellas y la luna y, al mismo tiempo, de técnicas en la distribución de las aguas. Estos especialistas eran pues, poseedores de un don sobrenatural y las aldeas en donde vivían crecieron rápidamente y pronto devinieron en centros ceremoniales, a los cuales acudieron los campesinos, a dejar parte de sus productos para la divinidad y para la clase de sacerdotes adivinadores quienes, a su vez, proporcionaban a los campesinos agricultores las predicciones de lluvias, sequías, buenas y malas cosechas. Así aparecerían, los templos como expresión de la teocracia y dominio de la clase sacerdotal sobre la campesina.

EL ARTE LÍTICO
Eximios cultores del trabajo sobre la piedra de granito debidamente tallada y pulimentada, los hombres de Chavín nos han dejado expresiones de su arte lítico en arquitectura y escultura.

Arquitectura monumental
Desarrollaron un sistema de arquitectura avanzada en la construcción de templos y adoratorios, entre los que destaca el Templo o Castillo de Chavín de Huántar.

Según hasta ahora se puede apreciar en sus devastadas ruinas, el templo de Chavín de Huántar, mal llamado antiguamente castillo, constituyó un monumento arquitectónico impresionante capaz de llenar de admiración a los antiguos pobladores de nuestras tierras que hasta él acudían en peregrinaje.

Parece que en un comienzo el templo consistía de un edificio en forma de U, compuesto de un cuerpo cuadrado central y dos más angostos, laterales y sobresalientes, que se dirigían exactamente hacia el este. En este mismo lado, al centro de la entrante de la construcción, se habría hallado la entrada principal y al frente de ella se extendían grandes patios que se prolongaban hasta el río Mosna. Al medio del cuerpo central y en su interior se hallaba encerrada la gran figura llamada el Lanzón, que debe haber sido motivo principal, y está situado en la parte más antigua del templo. Con el tiempo fueron agregándose nuevos cuerpos al edificio, otros patios a diversos niveles y estructuras y ornamentación adicionales.

El templo se iba elevando quizás en sucesivas plataformas decrecientes, formando una pirámide truncada y escalonada, destinada a altares situados en su parte superior, o bien constituía un gran bloque, según parece hoy poder apreciarse. Su fachada principal, que mira igualmente hacia el oriente, tiene más de setenta metros de largo. La escalinata de acceso, de catorce metros de ancho, era seguida por otras que ascendían a las sucesivas plataformas. El edificio estaba provisto de una portada exornada por dos hermosísimas columnas grabadas con el estilo curvilíneo típico de Chavín, que debieron haber soportado un gran dintel de granito.

Los muros del templo estaban fabricados en hiladas perfectamente alineadas de piedra pulida. A cada hilada de piedra gruesa seguían dos de la mitad del espesor. Alternadamente, iba así elevándose el paramento, pero además el espesor de las piedras iba disminuyendo a medida que el muro alcanzaba mayor altura. En ciertos sitios presentaba este un corte, por el que ascendían escalinatas auxiliares, todas de perfecta ejecución. Cada cierto trecho, empotradas en el muro, aunque no siempre en la misma hilada, sobresalían unas cabezas talladas en piedra (cabezas clavas), de aspecto facial horrendo, que exhiben expresiones felínicas, cadavéricas o siempiescas, entreveradas  con serpientes, o que muestran gestos iracundos y amenazantes. Estaban provistas las cabezas de un soporte de sección rectangular por el que quedaban fijadas al muro.

Conviene señalar que la grandeza del templo no corresponde a la escasez de la población en este lugar, por lo que se piensa que fue construido con las piedras llevadas por los peregrinos de las regiones aledañas, quienes, además, portaban sus alimentos para las ocasiones de fiestas y, luego, sólo quedaban un grupo de albañiles los que avanzaban gradualmente la construcción del templo.
Otros centros arquitectónicos relacionados a Chavín son: Sechín en Casma; Kunturhuasi en San Pablo, Cajamarca; Nepeña y Punkurí en Ancash; Garagay en Lima.

Escultura
Esculpieron admirablemente, la piedra, en la que hicieron representaciones de animales estilizados, especialmente del jaguar, la serpiente y el cóndor. Son expresiones escultóricas los:

Monolitos, o representaciones hechas en un solo bloque de piedra. Como el Lanzón Monolítico que tiene cuatro metros de alto y se encuentra en una de las galerías subterráneas del templo; representa al jaguar míticamente deformado.

Estelas, son piedras de superficie plana en donde se han hecho representaciones en alto y bajo relieve. Como la Estela Raimondi que es la figura del dios Wiracocha empuñando dos cetros, mientras que sobre su cabeza se encuentra un complicado sistema de cabezas y colmillos de serpientes y de pumas. El Dr. Federico Kauffman cree que es una figura ornitomorfa, es decir, la representación de un ave con las plumas erizadas.

Obeliscos, son representaciones hechas en piedras largas como postes en las que se han practicado figuras en relieve. Como el Obelisco Tello, que contiene al felino en dos figuras gemelas y en asociación con serpientes, frutos, flores y semillas. 

CERÁMICA
La cerámica Chavín se caracteríza por ser de color negro verdoso (monócroma), de forma globular con la parte superior terminada en gollete-estribo; presenta decoración incisa que contiene la figura del jaguar o del felino.

IRRADIACIÓN CULTURAL DEL CHAVÍN
La cultura Chavín es de carácter Pan-peruano por cuanto su influencia se dejó sentir en todo el territorio nacional, especialmente en las costas norte y central del Perú. Aparece así, Chavín como una chispa fulgurante. Al incidir en diversas regiones iba como encendiendo nuevas inspiraciones que expresan su origen y sus propias características. Es decir, implantó el estilo Chavinoide tanto en su arte lítico (en arquitectura y escultura), como en en su cerámica, ambas con figuras y decoraciones que representaban al felino, al jaguar y a la serpiente. Lo Chavinoide se manifestó en toda el área de expansión de esta cultura.


Hipótesis sobre el origen de la cultura del Perú antiguo

Ha sido preocupación constante de los estudiosos e investigadores de nuestro pasado histórico cultural, el tratar de determinar el probable origen de la cultura peruana.

Inmigracionista
Sostenida por el antropólogo alemán Max Uhle, el mismo que afirma que la gran cultura peruana deriva de culturas de orden centroamericano, especialmente de los mayas, los que habrían arribado por mar a la costa peruana, procediendo a colonizar algunos lugares. Aquí implantaron el sello de su cultura dando como resultado la formación de dos culturas costeñas de alcance regional: Protochimú, en el norte y, Protonazca en el sur. Los pobladores costeños así culturizados, pasaron, por proceso de expansión cultural, a irradiar su influencia hacia regiones de los valles interandinos, dando lugar a la formación de las culturas serranas. De este modo, elementos culturales mayas llegaron, primero, a la costa peruana, formaron culturas regionales costeñas y de allí pasaron a la sierra. Asigna una cronología a estas culturas, a las que también denominó de pescadores primitivos, de 2000 años.

Max Uhle fundamenta su teoría en algunas semejanzas que él creyó encontrar entre la cerámica de las culturas con la de los mayas, lo cual no es exacto, pues existen diferencias de forma y ornamentos en la confección de huacos y vasijas. Lo que sí es probable, es la similitud entre vocablos peruano costeños y centroamericanos, como por ejemplo Lambayeque, Chepén, Illimo, Túcume, etc., sin embargo estas semejanzas son tan reducidas que no constituyen elementos suficientes para probar la teoría del Dr. Max.

Autoctonista
Sostenida por el padre de nuestra arqueología el Dr. Julio C. Tello. Durante algún tiempo la teoría sostenida por Max Uhle tuvo la mayor aceptación, pero en 1919, al descubrirse Chavín por parte del Dr. Tello, cuya antigüedad es mayor a la de los pescadores primitivos del litoral, éste se encargó de refutarla, sosteniendo una tesis exactamente contraria al afirmar que tribus provenientes de la selva amazónica, llegaron a nuestros andes orientales. Aquellos poseían una cultura rudimentaria, ya que habían logrado domesticar algunas plantas de la selva, volviéndolas comestibles, como la yuca, el camote, el maíz, el zapallo. Con estos progresos perfeccionados más aún al ponerse en contacto con los andes orientales peruanos, iniciaron el ascenso a la sierra y luego de adaptarse a este nuevo medio geográfico de la región andina, lograron aclimatarse en sus valles, practicando el cultivo de aquellas plantas de origen selvático ya domesticadas por ellos. De esta manera fueron propagándose el maíz, el zapallo, el frijol hacia la costa. Los andinos se extendieron por toda la región serrana aumentando su proceso de domesticación tanto de plantas como de animales y, después de haber alcanzado un mayor desarrollo cultural, descendieron a la costa originando las culturas costeñas.

El Dr. Tello, que asigna una cronología de 3000 años, plantea a Chavín como una cultura matriz y formativa de la cual se habría producido la irradiación hacia otras áreas y zonas del país. Lo prueban los diversos elementos andino selváticos que es posible encontrar a lo largo de nuestro territorio y en zonas arqueológicas que nos muestran plantas y animales de este tipo y, fundamentalmente, la adoración al dios jaguar, tanto e la sierra como en la costa.


Conociendo más de la Cultura Chavín

Aloctonista
Sostenida por el arqueólogo peruano Dr. Federico Kauffman Doig. Frente al autoctonismo que explicaba el origen de la cultura peruana partiendo de Chavín, surgió en 1960 la posición aloctonista del Dr. Kauffman Doig, que sostiene:

a. Que Chavín no puede representar la cultura matriz del Perú por ser muy evolucionada.

b. Que no es posible el surgimiento independiente de focos de alta cultura tanto en México como en Guatemala y el Perú.

c. No fueron necesariamente selváticos los creadores de los monumentos de Chavín y que las representaciones hechas de monos y felinos son inconsistentes para asignar a esta cultura su procedencia selvática.

d. Las muestras de la agricultura incipiente encontradas, tanto en Lauricocha como en Huaca Prieta, no presentan antecedentes de origen Chavín.

e. El maíz como alimento nuclear se habría dado tanto en el Perú como en México, denotando mayor antigüedad en este último país.

De acuerdo a esto, nuestra cultura es alóctona, es decir, se ha formado con elementos venidos de fuera en estado muy incipiente y rudimentario, de tal manera que al desarrollarse en nuestro territorio perdieron todo lo ajeno, para adquirir características y sello propio. Estos elementos culturales procederían de la antigua cultura Valdivia que floreció hace 5000 años en la costa ecuatoriana, como una comunidad de alfareros con arquitectura de tipo monumental y que irradió tanto a México como al Perú.

Al estar por la serie de hallazgos y descubrimientos que se han hecho, tanto en la costa como en la sierra, se estima que efectivamente, los primeros pobladores llegaron del ande hace más de 20 000 años, llegaron a un estado inferior de desarrollo cultural, no tenían aún instrumentos especializados para cazar; pero estos recolectores indiferenciados no se quedaron aquí tal como vinieron. En una época determinada, unos 8000 a 9000 años después, es decir, hacia el año 14 000 antes de cristo, comenzaron a hacer puntas de proyectil o de lanza que sí servían para la caza, pero eso solo fue el preludio de un hecho más importante, esto es, frente a un medio que le presentaba un reto, se la ingenió para crear elementos que le permitieran ir, paulatinamente, asentándose en el ambiente; determinando así, sus diferentes estudios de desarrollo y evolución cultural. Es decir, la reacción frente al medio motivó la creación cultural propia: vino de lugares aún no determinados pero aquí se implemento y dio sello propio a nuestra cultura aborigen.


Primeros sedentarios del Perú

Al darse las primeras manifestaciones de una agricultura incipiente, lo mismo que al procederse una ganadería colindante con la caza, el hombre se vio obligado a construir sus propios abrigos y viviendas; las cuevas y la trashumancia quedaron atrás y se hace sedentario. Son expresiones del sedentarismo en el antiguo Perú:


Hombre de la tablada de Lurín
En la tablada de Lurín, a 25 kilómetros al sur de Lima, la arqueóloga Josefina Ramos halló los restos óseos de un niño de unos diez años de edad, cuya antigüedad se estima en 9000 años. El fenómeno que aquí se habría producido estaría dado por el hecho de que el hombre frente a una gran riqueza marina y con un adecuado complemento vegetal, habría vuelto sedentario y erigió vivienda estable, la que está representada por cubículos semisubterráneos hechos de lajas de piedra unidas con barro. A esto se agrega que constituyeron además, amplias terrazas que utilizaron para secar pescado, el cual almacenaron para después utilizarlo como elemento para su intercambio con otros productos con las tribus o pobladores vecinos.

Hombre de Huaca Prieta
Huaca Prieta se ubica en la playa de Chicama. Allí, el norteamericano Junius Bird descubrió, entre 1946 y 1947, un santuario. La antigüedad de los hombres que habitaron esta región es de unos 4000 años y, de acuerdo a su género de vida, se deduce su carácter sedentario, ocupante de una vivienda semi enterrada, rodeada por los desperdicios que se habían acumulado. No se han encontrado armas por lo que se estima el carácter pacífico de habitante, lo mismo que la menor importancia que habrían dado a las actividades de caza.

El sustento diario estuvo basado en la recolecta de elementos marinos, moluscos, lobos, ballenas que morían en la playa y cuyo esqueleto les servía como paredes para sus rústicas viviendas . Practicaron intensamente la pesca con red; de otro lado, el cultivo de plantas se circunscribió al zapallo, los pallares, la calabaza y el ají. Aprovecharon el cuero y el mate como recipientes para transportar el agua. Algo muy importante fue la forma de tejido que practicaron, cuyos hilos tiñeron por frotación efectuando representaciones de figuras de animales estilizados; esto nos indicaría el nacimiento del arte textil en el antiguo Perú.

Hombre de Cotosh
Hacia el Oeste de la actual ciudad del Huánuco y a una distancia de tres kilómetros, se encuentra Cotosh. El Dr. Julio Tello, en 1935, señaló a esta zona como de gran interés arqueológico, reforzando su teoría de que el hombre de la sierra provendría de la selva.

Sin embargo, fue en 1960 cuando la expedición japonesa al mando de Seichi Izumi, removió los estratos de Cotosh dejando al descubierto el famoso Templo de las Manos Cruzadas el mismo que demuestra una antigüedad de 4200 años. El Templo que Cámara Sagrada, está constituido por gruesos muros de piedra y barro con hornacinas trapezoidales que se levantan a 70 centímetros del suelo. En el lado norte estaba el altar mayor debajo de cuyo nicho, precisamente, se encuentra la escultura de las manos cruzadas que, posiblemente, expresan un mensaje de fe y de mística religiosa de los hombres de este tiempo.

De esta manera Cotosh se nos presenta como la primera arquitectura monumental religiosa de América; es al mismo tiempo la primera muestra escultórica de nuestro continente.

Progresivo tránsito del nomadismo al sedentarismo
La actividad de una agricultura incipiente, unida a formas de ganadería y domesticación de animales, produjo un cambio notable en la manera de vivir del hombre. Este se hizo sedentario. Construyó sus viviendas, muy rústicas todavía, allí donde la exigencia del cuidado de plantas y animales se hizo necesaria. Este proceso de asentamiento y paso a la práctica agrícola fue lento y duró mucho tiempo, extendiéndose hasta, aproximadamente el 1500 antes de cristo. En la localidad de Chilca estarían las viviendas de agricultores aldeanos más antiguas del Perú.

Estos hombres de la época de la agricultura incipiente fueron acumulando, paulatinamente, experiencias culturales, pero sin llegar a constituir todavía una alta cultura. Así, la lucha por la implantación de la práctica agrícola fue intensa debido a la accidentada configuración de nuestro territorio. De este modo, son importantes los pasos culturales que se van dando durante este largo período donde surgen el sedentarismo, la práctica agrícola ganadera, las formas del arte textil y la arquitectura, no así la cerámica, que sólo muestra algunas expresiones al final del período, por lo que también a esta etapa se le denomina como el pre cerámico.


Principales horticultores semi-nómades en Perú

Conforme transcurría el tiempo, el ambiente físico y climático del territorio peruano iba cambiando, mientras algunas especies animales se extinguían, otras hacían su aparición. Esto influyó notablemente en el cambio de las costumbres y modos de vida de los hombres de aquel tiempo que organizados en comunidades de pastores-cazadores y recolectores, llegaron a poblar todos los pisos ecológicos de el suelo. En la región andina se establecieron en los valles, quebradas y altiplanicies; en la costa lo hicieron en los valles y en las lomas. Entre ambas regiones se estableció una migración estacional: entre julio y agosto, cuando no hay lluvias en la sierra, y por tanto, los pastos escasean, emigraban hacia las lomas costeñas con sus animales.


A partir de diciembre retornaban hacia la región andina. Había pues, un desplazamiento vertical que también se daba en la región andina entre los pisos altos y los pisos bajos.

En igual forma, casi junto a la actividad pastoril, los primitivos pobladores peruanos adquirieron conocimiento acerca de las plantas, su crecimiento y su madurez y sobre la forma selectiva de efectuar la recolecta de los frutos.

En efecto, la agricultura y la ganadería son técnicas muy importantes para la seguridad de los hombres, con ellas se abandona la búsqueda azarosa de alimentos y sólo se tiene que cuidar de las plantas y los animales, con la posibilidad de aumentar y mejorar los productos. De este modo pues, los primeros indicios de una actividad agrícola en el antiguo Perú la tenemos en los horticultores semi-nómades, entre los que se cuentan:

Hombre de Guitarrero
Guitarrero se ubica en la Cordillera Negra sobre la cuenca del río Santa, frente a Ranrahirca (Provincia de Yungay, en Ancash). En efecto, el río Santa es uno de los pocos ríos de la vertiente del Pacífico que tiene un recorrido inicial longitudinal, sur-norte. Nace en la laguna de Conococha a 4100 metros sobre el nivel del mar y después de formar el amplio valle del Callejón de Huaylas, flanqueado por las cordilleras Negra y Blanca, deriva su curso hacia el Oeste, labrando el famoso Cañón del Pato y formar luego, otro valle ya en el lado de la costa, conocido con el nombre de valle de Santa que se extiende hasta la desembocadura en el Pacífico. Su recorrido es de 370 kilómetros.

Es sobre este escenario que, al estar por los descubrimientos hechos por el arqueólogo Thomas Lynch (Norteameticano), en 1969, en las cuevas de Guitarrero, el hombre del río Santa sería el primer agricultor del Perú, y aún del mundo, ya que los restos de frijoles hallados, y cultivados en ese entonces, arrojan una antigüedad de 7000 años antes de cristo. Eran portadores, además, de una industria lítica de lascas no retocadas y de una colección de 500 piezas en donde aparecen una punta y un cuchillo.

Hombre de Paracas o Santo Domingo
Fue el arqueólogo francés Fedreric Engel quien descubrió al denominado hombre de Paracas, en la pampa de Santo Domingo, que se presta como el más antiguo poblador de nuestro litoral, con una antigüedad de 8500 a 9000 años antes de cristo. El cadáver fue encontrado en la posición de cuclillas cubierto con una piel de vicuña, en su mano derecha tenía atado un punzón de hueso que, probablemente habría usado como puñal.

Este poblador habría sido cultivador de calabazas, además de pescador y recolector, lo que lo ubica junto a los primeros grupos humanos cultores de la denominación agricultura incipiente, y cuya acción se extendió hasta los 5500 antes de cristo.

Hombre de Chilca
En la localidad de Chilca, a 50 kilómetros al sur de Lima, Frederic Engel encontró tres cadáveres y una aldea formada por simples cobertizos, que rodeaban a unos hoyos abiertos en el suelo, donde se acomodaban estos pobladores para dormir. Los habitantes eran seminómades recolectores de mariscos, cazadores de lobos marinos, pero que ya cultivaban camotes, pallares y calabazas, es decir, eran horticultores que habían hecho su aparición hace unos 6000 años antes de cristo.

El aspecto físico del hombre de Chilca sería de 1.70 metros de estatura, frente ancha, pómulos poco pronunciados, pecho ancho y cráneo dolicocéfalo. En esta aldea, de aproximadamente 60 personas, existió la particularidad de que los muertos eran enterrados en la misma casa que habitaron y que los sobrevivientes siguen habitando (los vivos conviven con los muertos), los cadáveres reposan junto con enseres de esteras, redes entrelazadas y collares. También es de destacar que el perro ya aparece en esta aldea de chilcanos como compañero eficaz del hombre.


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Primeros pobladores: recolectores y cazadores nómades

Los vestigios de los primeros pobladores los encontramos en los recolectores y cazadores nómades que al desplazarse sobre nuestro territorio iban dejando su huella cultural. Entre los restos de estos primitivos pobladores del antiguo Perú se mencionan estos:


Vestigios encontrados en Paccaicasa (Ayacucho)
En la década del '60 el arqueólogo norteamericano Richard Mac Neish, montó un proyecto de investigación arqueológico-botánico en el departamento de Ayacucho. Es así que en 1969, en la cueva de Pikimachay (a 12 kilómetros de Ayacucho), ubicó el complejo Paccaicasa representado por un conjunto de piezas líticas (piedras) asociadas a huesos de megaterios, caballos y otros animales con evidente signo de haber sido utilizados y arrojados como desperdicios. Según el investigador los vestigios de Paccaicasa arrojan una antigüedad de 22 000 años, lo que significaría que estaríamos en presencia del ser humano más antiguo no sólo del Perú, sino también de América del Sur.

Sin embargo, esto hay que tomarlo con mucha reserva, puesto que en el Congreso de Tecnología Paleoindia, que se realizó en 1978 en Antofagasta, estos vestigios de Paccaicasa y su antigüedad han sido observados, tal como también lo planteara el arqueólogo Augusto Cardich, en el sentido de que el tiempo asignado (22000 años) no ha sido debidamente establecido y que, aún así, el hombre de este momento (paleolítico superior), tendría que haber dejado restos industriales de indudable factura humana y habría utilizado una mejor materia prima para sus artefactos y no como los que se han encontrado en la cueva.

Vestigios encontrados en Chivateros (Río Chillón)
Chivateros se ubica en la cuenca del Río Chillón, al noreste de Lima. En este lugar se han encontrado gran variedad y cantidad de instrumental lítico que van desde cuchillos y raspadores de piedra hasta proyectiles puntiagudos y piedras laminadas.

Los estudios específicos fueron realizados por Edward Lanning quien ha clasificado a todo este instrumental en cuatro yacimientos: Zona roja (10500 - 11000 años de antigüedad), Oquendo (9500 - 10500 años), Chivateros I (8000 - 9500 años) y Chivateros II (7000 - 8000 años).

Según esto podemos establecer que a partir de la Zona Roja se habría dado inicio a la cultura andina y, si bien es cierto que instrumental de este tipo ha sido hallado en otros puntos de América del Sur, ellos nos estarían indicando la trashumancia de estos cazadores errantes y la rápida divulgación de un eficiente sistema de obtención de alimentos y su correspondiente juego de herramientas.

Vestigios y dibujos encontrados en Toquepala (Tacna)
Toquepala se localiza en el departamento de Tacna. Allí el explorador y arqueólogo Miomir Bojovich, en 1960, descubrió en una cueva, un conjunto de pinturas rupestres que representan escenas de caza propias de la época; hombres persiguiendo a auquénidos en un afán de atraparlos y que, por ello mismo, son figuras que muestran una sensación de estar en movimiento.

Estas pinturas con una antigüedad de 9500 años y con matices colorados, amarillos, blancos y negros, nos explicarían la forma de vida de los cazadores nómades de este período que recolectando, además, semillas, caracoles y persiguiendo a manadas de auquénidos habitaron en cuevas ribereñas o en las que existían al pie de las montañas. Allí no sólo confeccionaban sus armas sino que practicaron su magia y religión, así como pintaron sobre las paredes de las cuevas sus experiencias de caza o su creencia mágico religiosa.

Restos humanos más antiguos en el Perú: el hombre de Huiracocha
Los restos humanos más antiguos de nuestro territorio han sido hallados en la cueva de Lauricocha, entre 1958 y 1959, por el ingeniero y arqueólogo Augusto Cardich.

Lauricocha está situada en las cabeceras del río Marañón, en la provincia de Dos de Mayo en el departamento de Huánuco. Comprende una área altitudinal que va desde los 3900 hasta los 4500 metros sobre el nivel del mar. El clima es poco benigno con temperaturas bajas, en tanto que el relieve está constituido por planicies, terrazas, cerros y faldas relativamente suaves.

En este escenario Cardich encontró, en un primer momento (en el sexto estrato de la cueva), tres esqueletos humanos cuya reconstrucción nos permite estar frente a un hombre de 1.62 metros de estatura, cara ancha, nariz chata, cráneo dolicocéfalo y arcos superciliares pronunciados. Posteriormente, en 1963, encontró tres cadáveres de niños cuyo enterramiento nos estaría indicando que nos encontramos ya en presencia del cultivo de cierto ideal religioso basado en una creencia de ultratumba.

La antigüedad de los restos humanos de Lauricocha fluctúa entre los 9500 y 8000 años. El hombre de esta época habría sido cavernícola, cazador de camélidos y cérvidos y devorador de carne cruda o eventualmente sometida a la acción del fuego; usó armas de piedra a base de sílex, con puntas triangulares y alargadas, o también de puntas foliáceas medianas y pequeñas.


Territorio peruano y poblamiento inicial

Se ha dicho que el Perú es la síntesis geográfica del mundo. Nada más cierto, en el suelo peruano encontramos desde las zonas de los grandes desiertos, hasta las regiones glaciales, pasando por los grandes valles y llanuras selváticas. Allí, por ejemplo, está Sechura como desierto, la Cordillera Blanca como zona glacial, el Mantaro como valle interandino y la Amazonía como expresión de la llanura selvática, del mismo modo que el mar, infinito y azul, con la excelsitud de su riqueza. 

Igualmente, todos los climas del mundo, en consecuencia también las costumbres, el modo de vida que adquiere cada población de acuerdo al paisaje que predomine. El hombre peruano ha debido, pues, enfrentarse, y aún lo hace, a este medio, hostil y agresivo de un lado, y, favorable y acogedor en otras. En resumen, un medio que desafía y un hombre que responde con decisión a este reto, dando por resultado la estructuración de la historia peruana.

La espina dorsal del territorio es la Cordillera de los Andes. Macizo montañoso que, a su vez, forma parte de todo el sistema orográfico de América del Sur. Ella es el factor determinante de la ecología y hábitat del hombre en sus diversas manifestaciones y características, a ella se deben la presencia de tres medios geográficos o regiones: costa, sierra y selva.

a. La costa; Árida, desértica. En medio de este desierto se distinguen por su minúsculo verdor, los pequeños valles costeños. En estos valles que adquieren la forma de interiores, lejos del mar, en la costa norte (Piura), conos o abanicos de deyección, como en el centro (Valle del Rímac), o que desembocan encajonados hacia el mar como en la costa alta arequipeña, aquí se desarrolla la vida del hombre costeño.

Es en estos valles donde se practica la actividad agrícola tecnificada e intensiva con predominio industrial (algodón, caña de azucar, etc.), aquí también, se erigen y se yerguen las ciudades como Piura, Chiclayo, Trujillo, Lima, Ica, Arequipa, donde se hacinan los habitantes en ansia de trabajo, mayor salario y comodidad que algunos encuentran y otros no. El comercio, la industria y el desarrollo cultural constituyen la atracción de estas ciudades que, al mismo tiempo, generan otros problemas siendo el más saltante el de la vivienda y la salubridad.

b. La sierra; región geográfica completamente accidentada, Valles y quebradas profundas; altas montañas, nieves perpetuas. Es la región atravesada, íntegramente, por el macizo andino. Aquí es donde se pone de manifiesto la fe inquebrantable de lucha por vencer al medio que muestra el hombre peruano.

Zona agrícola por excelencia, la sierra se convierte en la despensa del Perú, además la naturaleza montañosa de su suelo, hace de la sierra una región minera: el cobre, el plomo, el zinc y, en su tiempo, el oro y la plata se extrajeron de sus entrañas. La sierra o región andina, es la zona donde nacen los ríos que van tanto a la vertiente del Pacífico, como a la del Atlántico. Es por su forma de V invertida la cuna de todo nuestro sistema hidrográfico. Los ríos del Pacífico, de corto recorrido, caudal irregular; los de la Selva de gran recorrido, caudal abundante y regular.

El hombre andino, enraizado por ancestro a los más remotos antepasados, los Quechuas, Aymaras, Collas, Puquinas, etc., se nos presenta reposado, tranquilo, melancólico -tal vez-, frente al horizonte interminable de valles y quebradas, de páramos y de punas que divisa en su región.

c. La selva; llanura interminable de verdor, de vegetación exuberante, de lluvias abundantes, de ríos majestuosos que serpentean señoriales y orgullosos de su gran caudal. Típica región tropical, de bosques inmensos, de grandes frutales, de aromáticas flores, de fauna nativa, de aves multicolores, insectos, serpientes, animales de caza domesticables por el hombre y otros peligrosos para él. Territorio de senderos y cochas, de riberas agrícolas, de peligros que encierra su suelo interior. Es por la inmensa variedad de sus recursos, la región avizora de gran futuro.

El hombre selvático, extremadamente audaz, desafiante ante su medio que lo hostiliza y abruma; intrépido y real, descendiente tal vez, de los primeros pobladores de nuestro suelo, o de aquellos osados conquistadores que, en ansia de riqueza, buscaron el "Dorado" inexistente o no; son los herederos actuales de los caucheros de antaño que surcan los ríos, que abren cochas, que talan árboles para extraer la escondida riqueza que la selva encierra. Iquitos, Pucallpa, Tingo María, constituyen exponentes fieles de esta inmensa lucha que aquí se desarrolla; significa, por eso, el premio al esfuerzo y a la perseverancia, a la constancia y a la superación del hombre en su diaria labor por imponerse a un medio que, no hace mucho, le fue completamente adverso y que, hoy, poco a poco, va dejando ya de serlo.

d. El medio marítimo; a los tres medios o regiones, añadimos el medio marítimo constituido por el área del Mar Territorial Peruano. Este mar que, por influjo de la corriente de Humboldt, arrastra el planckton es un emporio de riqueza que hoy explotamos para beneficio propio. Este mar ampara con justicia la riqueza que allí poseemos e impiden su apropiación por elemento ajeno. El Perú gracias a esto, es uno de los primeros productores pesqueros del mundo. Gracias a esto, también un nuevo hombre ha surgido: el trabajador pesquero que, podríamos decir, no es ni costeño, ni serrano, ni selvático, es, simplemente, un hombre de mar, originario del mar. Vino, quizá, de la sierra fría, en busca de mejor modo de vida, o de la selva tropical en afán de aventura, o del mismo valle costeño aceptando el reto del mar que a diario lo invitaba. Se hizo a la mar y fue pescador porque allí encontró el sustento diario que tanto buscó.

CLIMA PERUANO
Como ya escribí líneas arriba, el Perú posee todos los climas del mundo, veamos por qué:

Clima de la costa 
Aquí se distinguen dos zonas climáticas:

a. Clima septentrional: Que se extiende desde Tumbes hasta Piura. Predomina el clima semitropical, con temperaturas medias anuales superiores a los 24 grados,  con lluvias periódicas en verano como producto de la influencia que ejerce la corriente o fenómeno del Niño que es de naturaleza cálida.

b. Clima central y meridional: Que se extiende entre Lambayeque y Tacna. El clima en esta zona es subtropical, con temperatura media anual que fluctúa entre los 18 y 20 grados, con ausencia de lluvias y excesiva humedad, a lo que se agrega que en los meses de invierno se forman nieblas y neblinas y cae una finísima llovizna a garúa, especialmente en la región  central, departamento de Lima. Estas nieblas y neblinas que se ubican a una altura de 800 metros, tienen sus origen en la acción de la Corriente Peruana y la excesiva humedad. Podemos afirmar que en la costa hay ausencia de vientos, salvo en la región de Ica donde sopla el viento llamado Paraca, el que moviliza abundantes partículas de arena.

Clima de la sierra
El clima de la región serrana está en función a los pisos altitudinales que presenta:

a. Zona Yunga: Que es la parte más baja del Ande. En los flancos que miran a la costa, o yunga marítima, el clima es cálido, moderado, ligeramente húmedo y con escasas lluvias que caen durante el verano. Esta región comprende de los 500 a los 2500 metros sobre el nivel del mar. En la parte que da a los valles interandinos o yunga fluvial, el clima es cálido y seco con abundantes lluvias en el verano.

b. Zona Quechua: Que comprende de los 2500 a los 3500 metros sobre el nivel del mar. Presenta un clima templado, con escasa humedad atmosférica y abundantes lluvias en el verano y completa sequedad durante el resto del año. Existe aquí una marcada alternancia de temperatura entre el día y la noche, entre la sombra y la zona de radiación solar.

c. Región Suni: Sobre los 3500 metros sobre el nivel del mar. El clima es intermedio entre el templado de la Quechua y el frío de la Puna.
d. Región de la Puna o Jalca: Arriba de los 4000 metros sobre el nivel del mar. Clima predominantemente frío y seco, con precipitaciones de nieve durante los meses de verano y con manifestaciones de fenómeno metereológicos: rayos, relámpagos, truenos, granizo, etc.

e. La Janca o Cordillera: Que se ubica por encima de los 4800 metros sobre el nivel del mar. Se caracteriza por ofrecer un clima glacial, excesivamente frío, con temperaturas inferiores a los cero grados. La atmósfera es seca y las precipitaciones son sólidas. Un verdadero desierto helado.

Clima de la selva
Presenta dos expresiones climáticas:

a. La selva alta o rupa rupa: Conformada por los territorios de la vertiente oriental de los andes, entre los 500 y los 1500 metros sobre el nivel del mar. Su relieve es accidentado. El clima es cálido con una media anual de 22 a 26 grados, abundante humedad, al extremo de formar una zona de permanente nubosidad y de lluvias torrenciales, con más de 3000 metros sobre el nivel del mar anuales. Ello se debe a que ésta es la zona donde se estrellan los vientos alisios que, cargados de vapor de agua proceden de la llanura amazónica. La temperatura decrece por las tardes, al extremo de sentirse frío.

b. La selva baja o llanura amazónica: Conformada por territorios ubicados debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar. Tiene un clima cálido, con media anual de 31 grados. Abundantes lluvias y humedad excesiva; despliegue de rayos, truenos y relámpagos durante las tempestades. Sin embargo, entre Junio y Julio, se produce un ligero descenso en la temperatura y que los lugareños lo conocen con el nombre de "Inviernito de San Juan".

Con estas características climáticas de orden tropical, la selva se nos presenta como la única región peruana que responde a la ubicación de nuestro territorio dentro de la zona tórrida. Este debió ser el clima de todo el Perú, pero la acción de la Corriente Peruana y de la Cordillera Andina, que cobran como agentes modificantes, otorgó el clima costeño y el de la región serrana.

Zonas donde se establecieron los primeros hombres y el esfuerzo por adaptación y dominación del medio
Al hacer su ingreso en el territorio, los antiguos pobladores del Perú se establecieron de acuerdo a la forma de vida que llevaban, esto es, cazadores, recolectores y pescadores. De esta manera serían las zonas altitudinales de la Puna y de elevadas montañas las que habrían de ser ocupadas en primer término, al menos así lo atestiguan los restos hallados en Pikimachay (Ayacucho) y Lauricocha (Huánuco). Posteriormente, al dejar el nomadismo, fueron los valles y quebradas interandinas los que sirvieron de asiento al hombre antiguo peruano. Las casas rústicas reemplazaron a las cuevas, el hombre se hizo sedentario. Prosiguiendo su desarrollo habitacional y de sustento, bajarían al litoral y a las lomas de la costa, en tanto que también trataron de penetrar en la selva a partir de la vertiente oriental de los andes.

Estado cultural de los primeros pobladores

Hace aproximadamente, unos 22000 años atrás, el Perú ofrecía un aspecto geográfico diferente. La costa no aparecía tan desértica ni la sierra cubierta de valles y quebradas tan extensas. La humedad costeña permitía el crecimiento de una flora y el frío y la nieve de los andes bajaba hasta casi la orilla de los ríos. La selva mostraba, más que ahora, su carácter tropical.

En estas circunstancias habrian de hacer su aparición los primeros grupos humanos sobre nuestro territorio.

Trayectoria
Estos hombres vinieron desde el norte pasando por el estrecho de Panamá, pasando por Quito; algunos de ellos se establecieron en Junín, en Ayacucho y quién sabe en qué otros lugares, mientras que otros continuaron su larga caminata hasta llegar al mismísimo extremo del continente en la Patagonia.
De esta manera, pues, el primitivo poblador nuestro vivió agrupado en familias o bandas de 20 a 30 personas, siendo la trashumancia su característica fundamental, o recorrido en circuito y por temporadas del territorio o área que le proporcionaba elementos para la caza y la recolección.

Sus instrumentos eran de material lítico, esto es de piedra, con la que confeccionaban hachas, cuchillos, lanzas, raspadores de pieles o raederas. En muchos casos emplearon, también, espinas de cactus y de peces, huesos de animales y fibras vegetales. Las cuevas y cavernas de los flancos de las montañas, o las que se abrían en las riberas de los ríos, constituyeron sus refugios o abrigos naturales; allí pernoctaban por cortas o largas temporadas en medio de la superstición y de la práctica mágico religiosa.

Visión general de la época pre agrícola y la agricultura incipiente
Ardua, penosa y difícil ha sido la lucha de los antepasados por establecerse en territorio peruano. La heterogeneidad del suelo, la diferencia de climas, han sido obstáculos que ha debido vencer para lograr su total asentamiento y crear formas propias de cultura. Pero si por un lado esta geografía le fue adversa, sin embargo, le proporcionó variedad de elementos y de recursos que al ser utilizados conveniente y progresivamente a través del tiempo, contribuyeron a asegurar la existencia del hombre peruano en la antigüedad.

Corrían los años 2000 antes de cristo fecha, hasta hoy, del probable ingreso de estos primitivos pobladores en nuestro suelo, en condición de recolectores y de cazadores nómades. De su presencia, desgraciadamente, aún, no se ha podido encontrar restos humanos. Lo que de ellos sabemos son el producto del estudio e investigación que se ha efectuado sobre huellas y vestigios dejados, sea como instrumental lítico, caso Paccaicasa y Chivateros, o como pinturas sobre rocas (pinturas rupestres) dejadas en las cuevas y cavernas que, por algún tiempo habitaron, caso de Toquepala. Los primeros restos humanos de este antiguo Perú están dados por el hombre de Lauricocha, cuya forma y género de vida son más evolucionados en relación a los anteriores.

El período, pues, de transhumancia en nuestro país es extenso, llegando hasta, aproximadamente, el año 7000 antes de cristo cuando hacen su aparición los primeros horticultores seminómades, representados por el hombre del río Santa (Cuevas de Guitarrero), el de la pampa de Santo Domingo (Paracas) y los horticultores aldeanos de Chilca; ellos aportan con una agricultura incipiente que nos muestra ya la posesión del frijol, del pallar y el camote como elementos culturales y alimenticios del Perú Antiguo.

Al promediar unos 5000 años de antigüedad el hombre peruano se hace sedentario. Para ello ha debido superar una serie de obstáculos y ha debido pasar por una serie de circunstancias, pero, a través de todo esto ha ido tejiendo y estructurando su propio sello cultural al influjo del medio o al influjo de su perseverancia para vencer y dominar a este medio. El sedentarismo nos está indicando ya el asentamiento definitivo del hombre antiguo como lo expresan el hombre de la Tablada de Lurín; el de Huaca Prieta y el de Cotosh con sus construcciones de cubículos, aldeas, o templos. Este paso al sedentarismo habría de durar hasta el 1500 antes de cristo.

Sobre este poblamiento inicial se estructurarían después las culturas horizontales formativas de carácter panperuano (como Chavín) o de carácter regional (como Nazca), hasta que ya en el siglo XII de nuestra Era aparecerían los primeros rasgos formativos del Imperio Inca que se asentó sobre todos los núcleos y áreas culturales existentes en nuestro territorio.


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