Primer horizonte cultural: horizonte temprano: Cultura Chavín

Se denomina horizonte cultural al período caracterizado por la presencia y predominio de rasgos culturales, que habiéndose dado en una región o área, se difunden alcanzando dimensión nacional. En nuestro Perú de la antigüedad encontramos tres horizontes culturales y dos períodos intermedios:


Primer horizonte: (1400 a.C. - 400 a.C.) Horizonte Temprano o Período Formativo (Pan Peruano). Cultura Chavín, Paracas.

Intermedio Temprano: (400 a.C. - 550 a.C.) Cultura Nazca, Mochica.

Segundo Horizonte: (550 a.C. - 900 a.C.) Horizonte Medio o Intermedio (Pan Peruano). Cultura Tiahuanaco.

Intermedio Tardío: (900 a.C. - 1440 a.C.) Cultura Chimú.

Tercer Horizonte: (1440 a.C. - 1532 a.C.) Horizonte Tardío (Pan Peruano). Cultura Inca.


Conociendo más de la Cultura Chavín

Formativo
El formativo tiene el equivalente de formación, es decir, el período en el cual los grupos y comunidades agrícolas promueven su desarrollo para sentar las bases de las altas culturas de nuestra antigüedad. La cronología de este proceso formativo se da entre los 4000 y 2500 años cuando empieza a formarse Chavín.

Cultura Chavín
SITUACIÓN GEOGRÁFICA: INFLUENCIA DEL FACTOR ECOLÓGICO
La Cultura Chavín floreció hace más de dos mil quinientos años (2500) en el flanco oriental de la Cordillera Blanca, en el actual departamento de Ancash, provincia se Huari, sobre la cuenca del Alto Marañón. Llevó su influencia artística, por el norte, hasta los andes ecuatorianos, por el sur, hasta los moxos en Bolivia, en la región andina y Paracas en la costa, en tanto que por el este influenció hasta la región del Huallaga y por el oeste hasta Casma y Nepeña, en Ancash también.

AVANCE AGRÍCOLA Y TECNOLÓGICO
Al establecerse el hombre de Chavín, empezó a manifestarse como tenaz cultivador de productos típicamente andinos. En estos primeros momentos el trabajo es multifamiliar, ya que el medio exige la acción se todos contra la naturaleza. La agricultura se estabiliza y alcanza progreso y desarrollo a través de técnicas y sistemas de riego, canalización y drenaje. Así, en los valles y quebradas del ande cultivaron el maíz de mazorcas pequeñas, pallares, frijoles, papas, calabazas, camotes, yucas, ollucos, quinua y ají; en tanto que también cazaron ciervos, guanacos, vizcachas y criaron gran variedad de cuyes.

ALDEAS Y CENTROS CEREMONIALES
Las casas fueron de piedra en la sierra y de adobe en las zonas de su influencia en la costa; todas de un solo cuarto, recubiertas con techo de paja y que se agruparon en aldeas. En la mayoría de los casos, estas mismas casas servían como sepultura a quienes habían sido dueños.

Sin embargo, el avance de la tecnología agraria había creado la necesidad de nuevos tipos de personas, a manera de especialistas dedicados al estudio de los movimientos del sol, las estrellas y la luna y, al mismo tiempo, de técnicas en la distribución de las aguas. Estos especialistas eran pues, poseedores de un don sobrenatural y las aldeas en donde vivían crecieron rápidamente y pronto devinieron en centros ceremoniales, a los cuales acudieron los campesinos, a dejar parte de sus productos para la divinidad y para la clase de sacerdotes adivinadores quienes, a su vez, proporcionaban a los campesinos agricultores las predicciones de lluvias, sequías, buenas y malas cosechas. Así aparecerían, los templos como expresión de la teocracia y dominio de la clase sacerdotal sobre la campesina.

EL ARTE LÍTICO
Eximios cultores del trabajo sobre la piedra de granito debidamente tallada y pulimentada, los hombres de Chavín nos han dejado expresiones de su arte lítico en arquitectura y escultura.

Arquitectura monumental
Desarrollaron un sistema de arquitectura avanzada en la construcción de templos y adoratorios, entre los que destaca el Templo o Castillo de Chavín de Huántar.

Según hasta ahora se puede apreciar en sus devastadas ruinas, el templo de Chavín de Huántar, mal llamado antiguamente castillo, constituyó un monumento arquitectónico impresionante capaz de llenar de admiración a los antiguos pobladores de nuestras tierras que hasta él acudían en peregrinaje.

Parece que en un comienzo el templo consistía de un edificio en forma de U, compuesto de un cuerpo cuadrado central y dos más angostos, laterales y sobresalientes, que se dirigían exactamente hacia el este. En este mismo lado, al centro de la entrante de la construcción, se habría hallado la entrada principal y al frente de ella se extendían grandes patios que se prolongaban hasta el río Mosna. Al medio del cuerpo central y en su interior se hallaba encerrada la gran figura llamada el Lanzón, que debe haber sido motivo principal, y está situado en la parte más antigua del templo. Con el tiempo fueron agregándose nuevos cuerpos al edificio, otros patios a diversos niveles y estructuras y ornamentación adicionales.

El templo se iba elevando quizás en sucesivas plataformas decrecientes, formando una pirámide truncada y escalonada, destinada a altares situados en su parte superior, o bien constituía un gran bloque, según parece hoy poder apreciarse. Su fachada principal, que mira igualmente hacia el oriente, tiene más de setenta metros de largo. La escalinata de acceso, de catorce metros de ancho, era seguida por otras que ascendían a las sucesivas plataformas. El edificio estaba provisto de una portada exornada por dos hermosísimas columnas grabadas con el estilo curvilíneo típico de Chavín, que debieron haber soportado un gran dintel de granito.

Los muros del templo estaban fabricados en hiladas perfectamente alineadas de piedra pulida. A cada hilada de piedra gruesa seguían dos de la mitad del espesor. Alternadamente, iba así elevándose el paramento, pero además el espesor de las piedras iba disminuyendo a medida que el muro alcanzaba mayor altura. En ciertos sitios presentaba este un corte, por el que ascendían escalinatas auxiliares, todas de perfecta ejecución. Cada cierto trecho, empotradas en el muro, aunque no siempre en la misma hilada, sobresalían unas cabezas talladas en piedra (cabezas clavas), de aspecto facial horrendo, que exhiben expresiones felínicas, cadavéricas o siempiescas, entreveradas  con serpientes, o que muestran gestos iracundos y amenazantes. Estaban provistas las cabezas de un soporte de sección rectangular por el que quedaban fijadas al muro.

Conviene señalar que la grandeza del templo no corresponde a la escasez de la población en este lugar, por lo que se piensa que fue construido con las piedras llevadas por los peregrinos de las regiones aledañas, quienes, además, portaban sus alimentos para las ocasiones de fiestas y, luego, sólo quedaban un grupo de albañiles los que avanzaban gradualmente la construcción del templo.
Otros centros arquitectónicos relacionados a Chavín son: Sechín en Casma; Kunturhuasi en San Pablo, Cajamarca; Nepeña y Punkurí en Ancash; Garagay en Lima.

Escultura
Esculpieron admirablemente, la piedra, en la que hicieron representaciones de animales estilizados, especialmente del jaguar, la serpiente y el cóndor. Son expresiones escultóricas los:

Monolitos, o representaciones hechas en un solo bloque de piedra. Como el Lanzón Monolítico que tiene cuatro metros de alto y se encuentra en una de las galerías subterráneas del templo; representa al jaguar míticamente deformado.

Estelas, son piedras de superficie plana en donde se han hecho representaciones en alto y bajo relieve. Como la Estela Raimondi que es la figura del dios Wiracocha empuñando dos cetros, mientras que sobre su cabeza se encuentra un complicado sistema de cabezas y colmillos de serpientes y de pumas. El Dr. Federico Kauffman cree que es una figura ornitomorfa, es decir, la representación de un ave con las plumas erizadas.

Obeliscos, son representaciones hechas en piedras largas como postes en las que se han practicado figuras en relieve. Como el Obelisco Tello, que contiene al felino en dos figuras gemelas y en asociación con serpientes, frutos, flores y semillas. 

CERÁMICA
La cerámica Chavín se caracteríza por ser de color negro verdoso (monócroma), de forma globular con la parte superior terminada en gollete-estribo; presenta decoración incisa que contiene la figura del jaguar o del felino.

IRRADIACIÓN CULTURAL DEL CHAVÍN
La cultura Chavín es de carácter Pan-peruano por cuanto su influencia se dejó sentir en todo el territorio nacional, especialmente en las costas norte y central del Perú. Aparece así, Chavín como una chispa fulgurante. Al incidir en diversas regiones iba como encendiendo nuevas inspiraciones que expresan su origen y sus propias características. Es decir, implantó el estilo Chavinoide tanto en su arte lítico (en arquitectura y escultura), como en en su cerámica, ambas con figuras y decoraciones que representaban al felino, al jaguar y a la serpiente. Lo Chavinoide se manifestó en toda el área de expansión de esta cultura.


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