Clasificación de los vegetales

Cómo se clasifican los vegetales

El estudio del reino de los vegetales requiere de un método para clasificar las distintas formas de vida. La clasificación en uso es la de Carl von Linné, que se basa tanto en los rasgos visibles de la planta como en las características específicas, de su estructura. Según esos criterios, todas las plantas se agrupan en dos grandes divisiones: las inferiores y las superiores. La característica que las distingue radica en que las inferiores no poseen flor ni semilla, mientras que las superiores sí.


Pero, ¿cómo se clasifican los vegetales?. No hay acuerdo entre especialistas porque la división es en parte artificial. El elemento natural y fundamental de la clasificación es la especie, que se define por la capacidad de los individuos para reproducirse dentro de ella. En esto se procede como en la clasificación de los animales: por ejemplo, dos gatos de variedades distintas pueden engendrar hijos fecundos, pero ello no es posible entre el tigre y el gato, porque pertenecen a diferentes especies. Hay dos motivos principales para clasificar las plantas: el primero es reconocerlas fácilmente; el segundo, establecer su parentesco en la evolución. Para el primer objetivo se utilizan claves analíticas, como las características de los pétalos, de las hojas, etc. Este método se parece, en cierta manera, a la identificación policial de los individuos por sus impresiones digitales y, en principio, no dice mucho sobre sus semejanzas fisiológicas fundamentales.



Las especies se dividen luego en subespecies, variedades y subvariedades, razas, etc., hasa llegar al individuo. En sentido inverso las especies se agrupan en géneros, éstos en subfamilias (terminación oideas), familias (terminación áceas), subórdenes (íneas), órdenes (ales), y luego, en clases, subtipos, tipos, subreinos y reinos. Alguna de estas etapas puede faltar. Es fácil distinguir las plantas superiores de los animales superiores; en cambio, los límites entre las especies más simples son, a veces, muy imprecisos. Existen seres, como las clamidomonas y el volvox, que los zoólogos consideran animales, pero que los botánicos clasifican entre los vegetales.

Si bien, como dije, la clasificación actual de los seres vivos se apoya aún en la gran obra del sueco Linneo, en el fondo, su criterio para agrupar las especies era arbitrario, porque se limitaba a buscar algún carácter visible y cómodo, sin preocuparse de si era o no fundamental. No obstante, las formas de transición son siempre poco abundantes y efímeras; pero hoy se puede considerar que la clasificación botánica está principalmente concluida.



Plantas inferiores, una de las dos grandes del reino vegetal comprende las plantas inferiores. Estas se caracterizan por carecer de flores y, por tanto, de semillas. Se reproducen por medio de esporas, de manera que también son conocidas como esporofitas.

Asimismo, esta rama abarca tres grupos con diferencias específicas: las talofitas, las briofitas y las pteridofitas.

Las talofitas están formadas por un cuerpo celular llamado talo. Las briofitas no tienen sistema vascular ni raíces, pero pueden absorber agua por toda su superficie. Las pteridofitas son plantas inferiores con tejidos y vasos, y tienen raíz, tallo y hojas.

Talofitas: algas, los vegetales pluricelulares más simples son las algas. Su talo es una estructura formada por hileras de células que no están diferenciadas en tejidos; las algas carecen de raíz, tallo y hojas. Sin embargo, hay algunas especies más evolucionadas que presentan modificaciones similares a dichos órganos. Las 25 000 clases de algas existentes se dividen en tres grandes grupos, diferenciados por color: los rodofitos (algas de color rojo), los clorofitos (de color verde) y los feofitos (de tonalidad parda).



Pteridofitas: licopodios, equisetos y filicíneas; son las plantas inferiores más desarrolladas, ya que tienen raíces, tallo con vasos conductores y hojas con sistema vascular. Se reproducen por medio de esporas. Suelen ser plantas terrestres que viven sobre troncos y ramas de árboles o sobre la tierra, aunque también hay pteridofitas acuáticas.

Este grupo se subdivide en tres tipos, conocidos licopodios, equisetos y filicíneas. Los licopodios crecen en climas cálidos o templados, sus tallos son rastreros y tienen hojas pequeñas. Por su parte, los equisetos tienen aspecto de cola de caballo y se caracterizan por sus tallos con nudos y entrenudos donde se produce la fotosíntesis, y sus hojas son como escamas, muy pequeñas e incoloras; y las filicíneas comprenden unas 9 000 especies, y presentan la mayor evolución dentro de las plantas inferiores.



Briofitas: hepáticas y musgos; las casi 25 clases de briofitas que existen se caracterizan por ser simples, de crecimiento lento, y por constituir un grupo de características intermedias entre las talofitas acuáticas y los vegetales superiores. La reproducción asexual se realiza mediante esporas y la sexual, a través de gametos. Para esta función las briofitas necesitan un medio acuático o muy húmedo. Entre las briofitas podemos diferenciar las hepáticas y los musgos, tratadas más extensamente AQUÍ (hepáticas y musgos).

Las hepáticas son talos aplanados, de tonalidad verde rojiza o violácea. Su forma puede der ondulada, ramificada y dividida. Viven en suelos húmedos o sobre troncos en descomposición.

Los musgos, en sus aproximadamente 20 000 variedades, son pequeñas plantas individuales que crecen junto a otras formando colonias que, a simple vista, se presentan  como una especie de alfombra verde aterciopelada.

Plantas superiores, la segunda rama de la clasificación vegetal corresponde a las plantas superiores. La estructura de este grupo está claramente diferenciada en raíz, tallo y hojas. Si bien los musgos, los licopodios y, sobre todo, los helechos presentan un desarrollo importante en su estructura, no pueden considerarse superiores, pues no se reproducen por medio de semillas.

Las plantas superiores abarcan dos grupos que se distinguen por la manera en que se presentan las semillas. Estos grupos son las gimnospermas y las angiospermas.

Las gimnospermas presentan sus semillas descubiertas, y se las ve en el fruto, entre unas hojas duras y superpuestas denominadas escamas; un ejemplo de estos frutos son las piñas de los pinos. En general, las gimnospermas se agrupan en bosques, crecen sobre suelos calcáreos o silíceos y son resistentes a las heladas, pero débiles ante la humedad excesiva. El hecho de que crezcan agrupadas en bosques tiene gran importancia ecológica.

En cuanto a las angiospermas, sus semillas se encuentran encerradas y protegidas dentro del fruto que se genera a partir del ovario. Esta rama de las plantas superiores es la más numerosa dentro del reino vegetal, con unas 250 000 especies. Son herbáceas o leñosas, y entre ellas hay hierbas, matas, arbustos y árboles.

Las angiospermas se dividen en monocotiledóneas y dicotiledóneas. Las primeras son menos evolucionadas. Cada grupo tiene características diferenciales. En las monocotiledóneas, la semilla no está dividida y el embrión posee una sola hoja, que se denomina cotiledón. Las flores suelen tener tres, seis o nueve pétalos; las hojas presentan nervaduras paralelas y las raíces son fasciculadas, es decir que carecen de un eje central. Este subgrupo de angiospermas comprende unas 40 000 especies, que crecen sobre todo en regiones templadas. La mayoría son herbáceas, de gran valor económico. Entre ellas se encuentran las gramíneas, como el trigo, el maíz, la cebada, el centeno, la avena, el mijo o el arroz.

En el otro grupo de angiospermas, conocido como dicotiledóneas, sus semillas poseen dos cotiledones, que serán las dos primeras hojas de la planta. Este grupo abarca casi 200 000 especies, que son utilizadas por el hombre especialmente en la industria alimentaria, en farmacología, en ornamentación y en construcción.

Constituyen más de la mitad de las especies vegetales que pueblan el planeta, y entre ellas se pueden mencionar rosas, claveles, madreselvas, violetas, margaritas, lotos, azaleas, amapolas, con flores de infinitas tonalidades, que también proveen a la industria del perfume.

Son dicotiledóneas varias especies de árboles, como sauces, acacias, castaños, robles; de hortalizas, como remolachas, nabos, coles, berros, zanahorias, perejil, papas, berenjenas, tomates, lechuga, sandías, melones y cardos. Los árboles frutales más conocidos del grupo son el ciruelo, el manzano, el peral, el cerezo y el olivo.

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